Sweet Corner Vol. 79
Despedida de un ilustre
Ayer por la noche, viendo el programa del Gran Wyoming, recibí la noticia de que el Grupo Prisa se desvinculaba de manera definitiva del canal de noticias CNN +. El asunto, que no tendría mayor trascendencia en otras condiciones, reviste cierta gravedad pues uno de los damnificados por esta escisión es el periodista Iñaki Gabilondo. Este referente periodístico en español, unido de manera indisociable con el mundo radiofónico y, en los últimos tiempos, con el mundo de la imagen en formato televisivo fue objeto de una entrevista que me ha hecho cambiar en el último momento el motivo del escrito que tenía preparado para hoy.
Algo que me llamó la atención, aunque no me sorprendió dada la trayectoria de este profesional, fue el discurso equilibrado y cuajado de sentido común que enarboló durante su participación. Se me puede achacar que no se trata de algo extraordinario pero, si echamos un vistazo al panorama audiovisual actual, estos valores parecen en un claro retroceso. De hecho, uno de los puntos fuertes de su exposición, hacía referencia a la pútrida situación de los medios de masas. Consideraba, no sin pesar, que esto suponía un punto y aparte en su labor profesional y que, por desgracia, no había espacio para él en los deleznables espacios que están hoy por hoy en boga. Y es que un término antes respetado y vinculado con grandes figuras como es el de periodismo, está siendo desprestigiado por todos aquellos que se hacen acreedores de tal estatus sin tener ni un atisbo de inteligencia o diligencia. Como decía el bueno de Iñaki, son muchos los usos actuales de esa palabra pero, no por ellos, son todos válidos o tienen como referencia el sentido originario de la palabra. Y es una gran verdad, cualquiera que ponga la televisión y que se dé una vuelta por los programas actuales verá, no sin cierto hastío, que a estos pseudoprofesionales que viven de la sedición intelectual se les llena la boca cuando se autodenominan como periodistas. Y es que el gremio está pasando por épocas bajas y necesita, según mi opinión, una delimitación más clara de los parámetros de uso del mencionado término. Se ha convertido en un vocablo depauperado y manido que es arrojado como arma contra todo aquel que ose levantar la voz contra los líderes de la audiencia actual, esos que se hacen llamar profesionales de los medios informativos. Es por tanto una lástima que un caballero de la cultura y de la crítica profesionalizada no encuentre su espacio en los formatos audiovisuales de hoy en día, supongo que para lograr este hueco tendría que rebajarse a la discusión más barriobajera con personajes tan manipulados y estereotipados como Belén Esteban, de la que me he enterado que va a dar las campanadas de Telecinco acompañada por su marido. Pero este es otro cantar en el que me da una pereza infinita meterme.
La sobresaliente reflexión de Iñaki continuó con la afirmación de que su trabajo pasado le ha dado la oportunidad de no tener agobios de tipo económico y que, por este motivo, no estaba dispuesto a travestirse en un payaso de las ondas como los que campan en el campo informativo. Había llegado a la conclusión de que lo que debía hacer era encontrar un proyecto afín a sus capacidades y que éstas pasaban, según su intuición, por la educación de las nuevas generaciones y, quizás, en relación con alguna universidad.
Tras la breve entrevista me quedé con ganas de más, de conocer en mayor profundidad a este increíble profesional. Por sus palabras quedó patente que esto no va a ser posible a nivel público pero, quién sabe, quizás en futuro pueda asistir a algún curso o clase magistral de estilo impartida por este veterano artesano de la crítica política. Estoy deseándolo.
Nacho Valdés
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1 comentarios:
Casi sería mejor uno de esos cursos, donde intervengan los dos Gabilondo, y Aranzueque.
Gran comunicador, aunque personalmente, superlativo en radio, peor en televisión.
Saludos.
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