LA CIENCIA HERMÉTICA Vol.2

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LVIII RES AETERNA

De par en par

los pórticos de la eternidad.

Mientras en el orbe caduco

profetas de remotas estirpes

cavan palmo a palmo,

con falanges descarnadas,

fosas no comunes,

para rebaños de hombres

de mentes extirpadas

y cirugías imperfectas.

La edad de la razón

ungió a los débiles,

mas ahora yacen ateridos,

ebrios de evanescencia

y hambrientos de fe,

desescombrando con espanto

los inmensos ventanales del abismo.

Arrecian los tambores

en mitad de la tormenta,

escuadrones de sonámbulos,

en tragicómico teatro,

se despedazan en la niebla.

Pero en las altas estancias,

donde el animal no sueña,

un orfeón de serafines

de elevadas cabezas,

entona para sus huéspedes

el canto secreto

de las cosas eternas.



Melmoth
24/05/2010

1 comentarios:

Giorgio dijo...

Sentimientos encontrados me produce esta poesía; me enternece, me angustia, me motiva.
Pero sobre todo, agrada la rima.

Saludos.