THE ROAD: Por la ruta interior del camino afín

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El camino que despunta en nuestro horizonte, nos sirve de guía para avanzar, nos ayuda a levantarnos cuando tropezamos, y cuando observamos hacia atrás no damos cuenta de todo el itinerario que hemos transitado, regocijándonos de lo otro y aquello.
De todos esos caminos, por todos aquellos lugares transitados, hay uno que destaca porque se mantiene afín a tus circunstancias, pegado a ti para siempre: aquella ruta interior que elegimos para trazar el recorrido de nuestras propias vidas.

The Road se desenvuelve entre este y aquél, decidiendo a cada paso la dirección que un padre y su hijo deben tomar para sobrevivir. El contexto es un futuro apocalíptico, un mundo desmembrado por un cataclismo sin causa, donde ya no existe ningún ser vivo que se mantenga en pié, árboles que se desploman, quemados y secos, vacíos bosques de naturaleza animal, mientras la tierra tiembla a cada momento.
Es aquí donde se hace más fuerte la ruta interior, la defensa de la integridad entre un aciago paraje, que desprende olor a enfermedad y muerte, y cuyo principal enemigo, vuelve a ser la especie humana.

La fuerza de la película radica en el hecho de exponer a los personajes a una situación adversa, y cuyo ímpetu interior significa aún más su capacidad animal, hasta el punto de matar o morir.
Pese a que narrativamente se apega a una línea de conflicto única exterior, el film se ve salpicado por personajes bien trazados, con interpretaciones fieles a la descripción contextual y psicológica de los ambientes, donde los conflictos interiores superan los enfrentamientos con el entorno que les rodea.
En esa línea, la dirección de fotografía que Javier Aguirresarobe desarrolla, supone un aliciente más donde la película se sostiene firmemente, con grises densos en los cielos, en la naturaleza, artificiosa y putrefacta. Se subraya el hecho de que a la condición inodora de nuestra disciplina cinematográfica, la fotografía contribuye para orientarnos de manera fragante en cada plano con el desagradable aroma de un mundo enfermo.
Del montaje, claramente lineal aunque con ciertos flash-back implantados durante la narración, únicos momentos de desahogo del film, se suceden situaciones donde la cámara se mueve con cierta solvencia, y enormes encuadres por donde transcurren los personajes principales. El ritmo pausado e interior de los encuadres, se salpica con un ritmo externo que en momentos agoniza de excelso.
Es quizás en el sonido, donde flaquea la cinta; excesivamente retórico, manido en ciertos momentos, y artificioso en otros, pese a que en líneas generales demuestra un acertado uso de la sutil música. Por eso desmerece incluso más, la exagerada base de sonidos ambientes.

Cuando lo peor no es la muerte, te tienes que preparar para matar; quizás para asesinarte, aprender hacerlo con aquello que tengas a mano, constituye la única fuente de alivio en el mundo terreno. Es en los sueños, antiguos sin duda, donde se evoca un pasado sin desgracia y miedo; donde aun las estructuras sociales funcionaban enclavadas en la naturaleza, aquella fuerza incontrolada que un día el hombre llegó a dominar.
Es por ello que lo único que te mantiene con vida es proteger a tu hijo, quizás por eso mantienes la esperanza de encontrar tu redención, en el camino hacia el sur.


Giorgio
28/01/2010

4 comentarios:

nacho dijo...

Por fin, el esperado retorno.

Me ha gustado el artículo y más girando en torno a un film que ha suscitado mi interés desde el principio. No sé el motivo, será la temática o el papel protagonista, pero the road la tenía como una de las pelis pendientes de ver.

Ya te contaré.

Abrazos.

Anónimo dijo...

muy buen artículo, en parte por el estilo personal y por la manera de dibujar el entorno en que se desarrolla la película. Dejas entrever cierto recelo por algunos aspectos, por lo que intuyo que en parte puede resultar fallida. Echaré un ojo al trailer...

Un abrazo.

Melmoth.

Manuela dijo...

Más allá de comentarios sobre el articulo, la pelicula refleja a la perfección la angustia vital de una especie en extinción y la lucha por su supervivencia. Cuando lo facil sería morir...
No digo nada más pero el final hay que comentarlo... a ver si la veis y me decis.

Besos para los blogueros.
Manu

Anónimo dijo...

Gracias por este magnífico post. Admirando el tiempo y el esfuerzo que puso en su blog y la información detallada que usted ofrece.