HUNGER: Destructiva inclusión entre presos y hambre

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De la lucha armada irlandesa, a cuya cabeza figuraba IRA, todos sabemos un poco, de la violencia, de los muertos, de las víctimas que a cada lado de la fina línea que los separa, acuden en masa cada domingo cristiano de rezo y sosiego.
Siempre descubrimos algo nuevo, aunque sea de forma artificiosa, es decir fortuita, sin ganas de aprenderlo, pero parece inquietante, quizá porque el problema en cuestión nos sitúa en un contexto que no nos es ajeno; al menos en territorio español, la similar y violenta carrera etarra, amenaza de forma constante, aún en estos tiempos de píxeles y maravillas digitales.

No obstante, lo que parece distinto, nos produce un pequeño escalofrío, y denota por ello pasión y respeto por el autor, aquel que ha despertado nuestro interés con ello.
Hunger es un film que narra descaradamente los acontecimientos que tuvieron lugar en Irlanda del Norte durante el año de 1981, en el que las huelgas de hambre se sucedían a las protestas no armadas, y al terrorismo programado de los miembros del IRA.
De una de esas, afamada por sus consecuencias, un activista llamado Bobby Sands, murió tras sesenta y seis días de huelga, lo que propició alborotos urbanos y una fe firme, más recia si cabe, de sus compañeros y activistas.

En una de esas prisiones, Maze Prison, los reclusos acuden al vómito como forma de protesta, obscenidad y violencia, como desempeño del trance en el que se encuentran.
Es aquí donde la película desarrolla su historia, pero buscando el eje humano como hilo conductor, tanto en un lado como en otro, preso y captor, el detrito psicológico que conllevan sus acciones, amenaza con destruir su propia existencia.
Personajes antitéticos aunque aproximados: de un lado los que resisten, recibiendo golpes, cometiendo desgarradas secuencias de presión, de asco, comiendo para fabricar heces con las que luego trabajar para decorar sus celdas, de manera mundana, quizá irracional, sin embargo efectiva; del otro los guardias, guardianes de la fortaleza, de todo lo que ocurre dentro y fuera de sus celdas, pero indefensos en su día a día, quizá irracional, paranoicos, locos, ¿eficaces?

Steve McQueen, revela con su opera prima, la condición de narrar un cisma político, desde el convencimiento del sufrimiento humano.De la lucha del hombre por resistir, se acontece siempre un fervor inusitado de oposición hacia el enemigo que oprime tu existencia.
Es por ello que la película destila odio, desasosiego, miedo y pasión, pero sobre todo humanidad; los personajes permiten el acercamiento al sufrimiento humano, con sus sensaciones y percepciones extrasensoriales, que trasmiten fervorosamente al espectador.
En la celda, se aprecia lucha y vigor por la causa; sus aquejados guardianes, viven sufriendo la potencia que sus propios golpes imprimen en los cuerpos delgados de los reclusos.

Técnicamente la película se mueve, dinámicamente, de una lugar a otro, siempre entre las celdas, apenas observamos el exterior, y cuando lo hacemos, respiramos; enternece el comienzo del film, con planos largos de duración, secos cortes de montaje, y una llegada lenta hasta el primer punto de inflexión.
Desde ahí, podemos ver todo un abanico interpretativo de los personajes protagonistas, famélicos, encontrando en cada escena, en cada segundo de tiempo fílmico, una desgarradora historia de humanidad.

Provocadora, y como tal, la película te conmueve al examinar el comportamiento humano por defenderse, física y sicológicamente, contra un enemigo superior en un lado, e inferior hacia el otro, que no ceja en su empeño por imponerse a aquél, aunque fuese muriendo en ello.


Giorgio
21/07/2009



Fuente: Youtube

2 comentarios:

Nacho dijo...

Por lo que cuentas esta película toca varios temas que resultan atractivos para mí: la fina línea que separa el carcelero del preso, la motivación que puede llevar a alguien a morir de hambre por una causa terrorista.

Suena un film interesante.

Abrazos.

Giorgio dijo...

Sobre todo queda muy bien reflejado el deterioro que provocan los presos, en sí mismos y en su entorno.
No conocía las huelgas de asco y suciedad.

Es una película un tanto obscena, aunque dura de tragar. Me gustó mucho.

Abrazos