El Mirador Del Este Vol. 3

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SACRIFICIO: EL DESTIERRO DE LO SAGRADO
de Andrei Tarkovsky

Escribía Edgar Allan Poe que la ciencia todavía no había logrado demostrar si la locura era o no lo más sublime de la inteligencia humana. No creo que lo sea, pero es probable que resulte una de las vías de escape más recurrentes para los intelectos y los espíritus superiores en los tiempos actuales. Después del visionado de la película es evidente que el genio ruso pertenece a este selecto y cada vez más reducido colectivo.
“Sacrificio” puede catalogarse como una obra maestra tanto en el mensaje como en la forma. La situación de destierro en que se halla el hombre actual, con la constante pérdida de referentes transcendentales y una apabullante tendencia hacia el automatismo más atroz, queda perfectamente plasmada. La actitud del hombre que todavía alberga noción de lo sagrado se torna delirante y enfermiza, mantiene una pose flemática y despectiva ante el mundo moderno, en una lucha atávica por no sucumbir finalmente ante su influjo.
Andrei Tarkovsky sufrió en sus carnes este enfrentamiento. Su mentalidad paneslavista, que hunde sus raíces en los ancestros de la cultura eslava, fue desde un principio mal vista por el régimen comunista, receloso de la exhibición de símbolos religiosos en las salas de proyección, -algo que no sorprende en una ideología que es capaz de catalogar la música como “caos”- ·. Tarkovsky fue constantemente vigilado por las autoridades y finalmente, harto de las constantes mutilaciones e intromisión en su trabajo, acabó huyendo a Suecia donde rodó “Sacrificio” , su producción póstuma.
Dejando a un lado las cuestiones filosófico-religiosas, la obra final de Tarkovsky es una exhibición constante de recursos y talento cinematográfico. Imprevisible en cada toma, cada plano parece tener una fisonomía y una vida propia, no hay espacio para la ejecución rutinaria. La sensación de clarividencia y perfección es absoluta, Andrei borda lo sutil y lo accidental, hace convivir lo sublime con lo grosero, lo más vilmente profano con lo sagrado, porque tal vez esa fue su propia idiosincrasia.

“Sacrificio” es un testamento con un mensaje diáfano -pero que en esta tesitura moderna para muchos resultará encriptado- un émulo de Don Quijote a finales del siglo XX. Muy pocos árboles pueden crecer si la tierra está podrida.



Melmoth
14/09/2009

2 comentarios:

Giorgio dijo...

Poco puedo añadir a tan acertado texto.
Del autor, es sin duda uno de los genios despechados del cine moderno; quizás claudica ante la fama de I.Bergman o R.Polanski, pero posee el talento de ambos, una mirada bucólica, moderna, que atisba a lo lejos el futuro cinematográfico.
Para mí, ver a Tarkovski, o como dice mi querido Melmoth, Andrei, es como sentarse a contemplar una obra de un grado superlativo.
No es bueno, es mejor.

Saludos.

nacho dijo...

Habrá que prestar atención a este film que recomiendas.

Enhorabuena por el texto, me ha trasladado, desde una perspectiva dialéctica, a esta obra que parece superlativa.

Abrazos.