El Espejo Asiático Vol. 6

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LA BANDA NOS VISITA; un alegato contra la desconfianza”

de Eran Kolirin

Desorientarse en un lugar completamente desconocido, con escaso tiempo de reacción y con un ambiente que puede llegar a resultar hostil. ¿Quién no se ha encontrado alguna vez en un lance similar?. El director hebreo Eran Kolirin, en su Ópera Prima en el universo del largometraje, recrea las vicisitudes de una banda de la policía egipcia, que viaja a Israel para participar en un certamen de música árabe. Una sílaba que no termina de encajar debido al incorrecto uso del idioma, dará con sus huesos y con todo su instrumental en una población equivocada, donde no tendrán más remedio que pernoctar y ser acogidos por alguno de sus vecinos.

Con el recelo mutuo que se promulgan los israelíes y los árabes como elemento angular y de intriga, el guionista y realizador Eran Kolirin, filma en clave de comedia una obra que es capaz de hacer reflexionar y reír a partes iguales. La creencia de que el ser humano está por encima de nacionalidades y de coyunturas históricas, y que el desconocimiento mutuo y los prejuicios son muchas veces los causantes de los conflictos entre nuestra raza, es la baza con la que el director israelita juega durante toda la película, y a fe que consigue su objetivo. “Forzados” a convivir durante una noche, egipcios e israelitas, musulmanes y judíos, comprobarán que detrás de países, propaganda y credos, sólo quedan personas, muchas veces con condicionantes similares y que aspiran únicamente a progresar, o a intentar sobrevivir a las hemorragias que les ha abierto la vida.

Este talante conciliador, peligroso para la integridad de la historia si se provoca demasiado, puede arrastrar a la película a situaciones de moralina fácil, pero afortunadamente queda difuminado con un sentido del humor, a veces delirante y perverso -por no decir gamberro-, que llega a provocar la carcajada contínua, y que ayuda a evitar que el film pueda parecer un alegato simplista sobre el “buen rollo” entre civilizaciones.

Una de las virtudes más reseñables de esta producción, es la solvencia con que navega entre la comedia y el drama. Eran Kolirin lo logra con una naturalidad pasmosa, sin apenas transiciones temporales y con un uso esquemático de la música. Aunque el humor sea un género que en cine generalmente regala pocas licencias para el lucimiento técnico, los momentos en que la película se adentra en otros registros, obtienen una notable respuesta a nivel de planificación y de fotografía, otorgando la sensación de que Eran Kolirin en próximos proyectos, pueda abordar diversos géneros con garantía de éxito.

La “Banda Nos Visita” es una película de visionado cómodo, que deja una amplia sonrisa en el espectador, y siempre que éste no tenga el corazón en un avanzado estado de putrefacción, propicia que se levante de la butaca con el ánimo mejorado. En cuanto al elenco de actores, contundente y sensual la interpretación de Ronit Elkabetz, que soporta junto con Sasson Gabai la parcela dramática de la historia.

En su primer largometraje, Eran Kolirin presenta sus credenciales, cincelando una pequeña y hermosa pieza de coleccionista, recomendable para cualquier cinéfilo que se precie.


Melmoth

30/11/2009

2 comentarios:

Giorgio dijo...

Especialmente atractivo el conflicto que plantea el guión de la película.
Siempre se supone violencia e irracional comportamiento en situaciones como las que describes; es gratificante observar algunas aberraciones históricas en clave de humor, desde la perspectiva que éste te ofrece.
Como me precio cinéfilo, no tengo más remedio que ver esta obra.

De momento mi corazón no ha alcanzado el grado de putrefacción suficiente como para no sonreír ante películas como ésta.

Abrazos.

Nacho dijo...

Coincido con tu análisis en el sentido de que este tipo de temáticas pueden caer en la "moralina fácil", si este tipo logra conjugar drama y comedia sin abandonarse a la comodidad esta película debe suponer todo un logro.

Por otro lado, el mensaje que encierra el film me resulta especialmente interesante. Como más allá de banderas, credo o raza en algunas ocasiones pervive la humanidad y los lugares comunes entre las personas.

Muy buen escrito.

Abrazos.