ENTRE LES MURS: Una lección de ética entre cuatro paredes

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Aprender siempre es motivo de felicidad
. Enseñar, no siempre. Al menos, no en todo momento. El sentimiento es desigual, distinto, nunca ofrece una linealidad porque te expones a sufrir varapalos, sobre todo tratando con mentes tan dispares, sinceras, provocadoras; en un mismo espacio, reducido, acotado por cuatro paredes, en cuyo interior se encuentran conviviendo personas de contextos tan distintos, exige al docente de una atención superior, sobre el trabajo de enseñarles algo más que los contenidos habituales de la asignatura en cuestión.
Se trata de hacerles pensar bajo la mirada de la ética, al amparo ésta, del bienestar social y la igualdad humana; alejándoles de cualquier situación que incline la balanza hacia posturas indignas, de odio y segregación natural.

Entre les murs, ofrece una visión sin artificio de la rutina diaria, habitual, en un instituto de secundaria francés, enclavado en este caso, en un barrio cuyos habitantes adolecen de falta de educación, incluso de normas y principios sociales, al menos de aquellos que son impuestos por la sociedad francesa actual; como cualquier otra sociedad occidental, ni buenos ni malos; son, los principios que son.
La película es suficientemente veraz, sutil, e importante; importante por la necesidad de llamar la atención, sobre el llamado problema de la educación; en las aulas; en la sociedad; en la vida.

Con guión de F.Begaudeau, profesor de Literatura, principal protagonista del film, sus vivencias quedan relatadas de la mejor manera posible; enseñando los entresijos del sistema educativo francés, que por analogía, se podrían extrapolar en cierto modo al nuestro, y al de cualquier sistema educativo, de cualquier país occidental; con excepciones, al menos espero que existan éstas últimas, por el bien de la humanidad.
Los alumnos, son alumnos de verdad, no interpretan, le dan protagonismos a sus vidas, exagerando sus comportamientos, pero sin inventarse nada de aquéllos. Es por ello que el guión se fue reescribiendo, según avanzaba la película. Porque la vida se escribe viviéndola; en continuo movimiento.
Rodada en soporte digital, hecho que supuso para su director, L. Cantet, abaratar costes, y poder rodar más material, sin cortes, sin interpretaciones, tan sólo con recomendaciones, con acotaciones, que le aportan un ritmo dinámico, rápido, provocado por la propia realización, y por el devenir de los acontecimientos. Las situaciones se suceden, se agolpan, a la espera de ocurrir, fluyendo por el aula, por entre los pupitres, como en la vida real.
Todo transcurre en ella, por fin solamente interesa lo que se desarrolla allí, se concentra la atención en ese espacio, salpicada por secuencias exteriores de la clase, aunque dentro del propio centro. De esta forma se potencia la actividad frenética de los alumnos, del profesor, de lo que supone el transcurso del tiempo en un instituto.

De lo queda, la sensación de que estamos a tiempo de cambiar, al menos en parte, la situación real de la actitud social de las personas que nos rodean. Entre les murs permite pensar en ello, reflexionar sobre esa posibilidad y sobre lo que estamos haciendo con aquellos que en el futuro representarán los intereses del mundo.


Giorgio
06/03/2009



Fuente: Youtube
Autor: Cines Golem

1 comentarios:

Nacho dijo...

Me reconozco en este artículo. ¡Qué difícil es tratar a veces con adolescentes!

Pero creo que el problema, lejos de encontrarse en los jóvenes, se encuentra en la falta de reciprocidad. Es decir, la conducta que tu tengas para con ellos, ellos la tendrán contigo. POr lo menos esta es mi premisa, no sólo educativa, sino vital.

Por supuesto, me encuentro con excepciones, aunque lo habitual es que si tú actúas con respeto ellos te tratarán de la misma manera.
Desde mi punto de vista, esta es la lección más importante, los contenidos que se puedan impartir vendrán después y para mí son secundarios (hasta cierto punto).

Abrazos a todos los seguidores de este gran blog.