MAGNUM PHOTOS: Las imágenes de los fotógrafos
"Las personas son personas, en todos los rincones del mundo". Magnum Photos
Una de las numerosas funciones de la fotografía, es la de contar historias; narrar, describir situaciones, contextualizadas o no, acercándonos a la escena despacio, a hurtadillas; mirando sin presenciar lo que vemos. Aquélla queda definitivamente más patente, en el fotoperiodismo, y más aún, en aquel referido a la fotografía de guerra, de conflictos, donde la situación se torna anormal; las personas matan, mueren, las víctimas sufren y los políticos mienten.
Es en este pantanoso terreno, donde nadie quiere permanecer ni un instante, donde lo que se ve es demasiado difícil de mirar, en el que Magnum Photos permanece para quedarse observando, como testigo mudo, como observador natural de unos hechos hostiles, ásperos, desafortunados, pero que el resto del mundo debe conocer.
Magnum Photos es una agencia de fotografías, de fotógrafos, cuyo nacimiento fue fruto de la pasión de varios de éstos, por ofrecer un trabajo sublime, natural, de los hechos, de aquello que sus cámaras captaban de aquello que observaban tras el visor de la misma. Se trata de Capa, Cartier-Bresson, Seymour y Rodger, cuatro de los fotógrafos más importantes, del fotoperiodismo mundial.
Ya en sus inicios, Magnum Photos obsequiaba a sus fotógrafos con una absoluta independencia en su mirada, de aquello que era susceptible de ser fotografiado. Eso era, y es, lo más importante, esencial en la idiosincrasia de la agencia. La fotografía alcanzaba por si sola, rango.
La responsabilidad, el respeto por la escena captada, por el fotografiado, por el ser humano, correspondía al fotógrafo, que ejercía su profesión con esa obligación; tremenda deuda, muy grande, pero vital para desarrollarse como profesional, y sobre todo como ser humano.
Captar el sufrimiento humano, hacernos partícipe de él, nos deja dentro de ese juego macabro, que se traen entre manos los estados, con sus absurdos conflictos; nos obliga a mirar.
Magnum Photos desmitifica la guerra, el orgullo soldado, y lo hace mostrándonos lo que acontece en ellas, acercándonos, para que podamos ver la realidad; sin distorsionarla, al menos en lo que se refiere a todo aquello que está inserto entre los límites del encuadre.
En su sesenta aniversario, Magnum Photos continúa ofreciendo esas imágenes, impactantes, pero llenas de respeto; tanto hacia la actividad fotográfica que están desarrollando, como sobre las personas que aparecen en aquéllas. Creo que es eso, su responsabilidad, su carácter motivador, lo que les hace destacar; sus fotografías representan la realidad, la descuartizan y te la muestran, con su crudeza, con su dramatismo; fotografías fieles, llenas de vida, aunque a veces, relatan la muerte.
No hay lugar para la espera; te inquietan, te producen sensaciones dispares, cercanas al odio, a la salvación, y por qué no, a la calma. No sólo impresiona el dramatismo cruel, la frialdad de los muertos; lo que llama poderosamente la atención es la manera de mirar.
Esto es lo que los distingue, su forma de ver lo que ocurre; hay algo en esas fotografías que no te deja indiferente, que te obliga a seguir observando, a distinguir, a discernir lo que encierran; cuando eso ocurre, cuando te sientas frente a esas fotografías, y no te puedes despegar del papel, seguramente estás ante algo grande, una obra mayor, como suele decir un gran amigo mío.
Sin quererlo, os invito a que miréis una muestra de ellas; de esta gran agencia, de ese respeto, de trabajo fino en dos dimensiones, de una porción de realidad, contenida en esas imágenes, inertes, quietas, aunque provocadoramente vivas.
Observar en silencio es difícil; resulta dañino cuando cerca de ti, el llanto y el grito invaden el ambiente, para dejarte quieto.
Giorgio
04/03/2009
Fuente: Youtube
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3 comentarios:
Buenos días guapo... tenías razón te ha quedado muy bien el artículo... Y me alegro de haber elegido ese libro. Un besazo
A mí este tipo de trabajo me provoca una doble reacción: por un lado la bofetada a mi aburguesada situación, me hace ver de manera más que evidente que el mundo funciona de forma extraña; por otro lado, la curiosidad y la fascinación por esa mirada que se cuela en los rincones más pútridos y mundanos de la realidad.
En definitiva, que no puedo apartar la vista de este tipo de fotografías.
Esa doble reacción no es ajena a nadie. La pregunta es, ¿qué podemos hacer?
Supongo que mientras nos lo preguntamos, adormecemos nuestra mala conciencia, escupimos nuestro mal sabor de boca.
Respecto al libro, es fundamental en mi biblioteca.
Besos a los dos.
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